Todo lo que ofrezco
Tibia quietud que planea serena entre un vos y un yo,
Si todo vínculo que alzáramos en lo alto
pudiera mantenerse erguido a través de la ventisca,
Si esa generosidad fuera reconocida por quien la detenta
y en ese encuentro sincero recobráramos las ansias,
¡cuánto pudiera ofrecer el amor a ese compromiso!
Cuánta dulzura derramada pudiera verterse hasta en nuestros sueños!
Y en esa digresión todo el universo de sentimientos romperían vastos
Nada supera la entrega de lo que lo hace a uno completo,
porque cierta completud es vacía si no hay sustento
¡Tanto daríamos en esas tristes decisiones, que sin quererlo,
arrebatarían de nosotros todo lo dispuesto!
Nada quiero, nada espero, sólo mi corazón sostengo,
porque en cada esfuerzo, aún mantengo todo lo que ofrezco.